¡Bienvenida al blog! Me llamo Lau y soy la fundadora de Corachón. Este espacio es para compartir aprendizajes, reflexiones y experiencias se generan a partir de este pequeño negocio y el andar en chones.
Lo sé: encontrar el fit perfecto de bralette puede ser todo un reto, pero no te preocupes ¡llegaste al lugar indicado! Todas sabemos cuál es ese problema (o problemas) de ajuste que enfrentamos frecuentemente y que aún no logramos resolver. El frustrante resultado de no haber encontrado el fit perfecto es tener muchas opciones de bralettes, pero terminar usando solo unos pocos porque en realidad no todos hacen sentir cómodas.
Además, hay algunas malas prácticas de ajuste que ni siquiera registramos o que toleramos a pesar de que causan incomodidad, cuando no tiene por qué ser así. Son tantos los comentarios, las dudas y las historias que escucho respecto a este tema, que por eso me parece tan significativo dedicarle una entrada del blog.
Quiero que aprendas a encontrar ese fit perfecto, porque estoy convencida de que todas lo merecemos.
Hablemos del elefante en el cuarto: las tallas.
Seamos honestas: generalmente cuando pensamos en el fit perfecto, pensamos solamente en la talla. Primero, no te dejes engañar: no por ser un número es una definición fija: cada marca arma su guía de tallas. Es decir, las tallas son relativas (y siempre lo han sido, pero no nos lo dicen lo suficiente). Si bien hay guías internacionales, la realidad es que “grande”, “mediano”, “chico” no significa lo mismo de marca a marca y por eso (entre otras muchas cosas, como que no definen nuestro valor) es tan importante que como usuarias finales, podamos ser flexibles respecto a las tallas que escogemos.
Segundo, la realidad es que la talla es solo la punta del iceberg para encontrar ese fit que se siente como una segunda piel y en el que sientes libertad de ser. En otras palabras: Las tallas son un medio para encontrar el fit perfecto, no un fin. Casarse con una sola talla es ponerse una etiqueta que no logra abarcar lo que realmente necesitamos y queremos.
¿Qué más hay que tomar en cuenta?
Algo grave que sucede frecuentemente es que dejamos a un lado nuestras preferencias. Para realmente encontrar el fit perfecto, necesitas tomar postura frente a lo que te gusta y necesitas.
Por ejemplo, si no te gustan las transparencias, no importará que tu prenda sea de la talla adecuada, si es de puro encaje no te sentirás a gusto. O si necesitas soporte, y la prenda se compone de tirantes muy delgados, probablemente no sea suficiente para mantenerte cómoda (afortunadamente, en Corachón podemos hacer con mucho gusto ajustes de materiales, así que nunca dudes en ponerte en contacto con nosotras si lo requieres).
Desafortunadamente nos han enseñado a fijarnos mucho en la talla. Tanta importancia le damos, que en ocasiones se toma más en cuenta ésta que la comodidad. También se ignora el hecho de que el cuerpo cambia (y está hecho para cambiar) y aún con el paso del tiempo, o los cambios en nuestro cuerpo, seguimos usando la misma talla.
A lo que voy es: Piensa qué te identifica a TI en cuanto a diseño, cobertura, soporte, materiales o lo que sea que te haga sentir segura y cómoda. Es TU fit y eres tú quien necesita determinar qué tiene valor y qué no en esa ecuación; no el “deber” y no los demás.
Principios básicos para seleccionar tu talla.
En bralettes, el problema de ajuste más frecuente tiene que ver con la copa y talla de espalda, también conocida como contorno. Si ya sabes cuál es la diferencia, pasa al siguiente párrafo. Si no sabes distinguirlas, te explico: la copa se refiere al volumen o tamaño del busto y se representa con letras. Una copa AA o A representa poca proyección del seno, mientras que una copa D o DD será para un mayor volumen. Por otro lado, la talla de espalda o contorno se refiere a la medida rodeando la espalda justo por debajo del busto y se representa con números: 40, 38, 36, 34, etc.
Ahora, una cosa es diferenciar entre la copa y la talla de espalda. El siguiente paso que te hará una pro es ajustar para encontrar la talla adecuada es identificar cuáles son tus tallas hermanas. Este es un término que se refiere a que cada cambio en el contorno de espalda requiere su ajuste en la copa.
Cuando la talla de contorno te queda bien, pero la copa te queda chica, necesitas ir una talla más grande en la copa (letra) y viceversa. Va con mayor detalle, porque sé que ya suena a álgebra: si la copa te queda justa, pero del contorno te queda bien, será necesario optar por una copa C o incluso mayor, dependiendo de qué tan ajustada te quede la talla B. Si la copa te queda grande, sigue eligiendo 36 de contorno y usa una talla A o AA, según qué tan suelta esté la copa. Ojo: Si generalmente usas 36B, ten esa talla de referencia, pero siempre consulta la tabla de medidas de la marca en cuestión para confirmar.
Consejos prácticos afinar el fit
Reitero: no te quedes en la talla. En la medida que el diseño y los materiales lo permitan, podrás jugar con el ajuste de tu prenda. Por eso, siempre elige aquellas que traen tirantes y/o ganchos ajustables (no te preocupes, en Corachón todas las prendas están diseñadas para promover flexibilidad de ajuste, lo que permite que se adapten a ti). Estas características te dejarán probar distintos fits y niveles de soporte en una sola prenda.
Toda la ropa interior estira y es normal que con el paso del tiempo los elásticos vayan dando de sí; si los puedes ajustar, podrás recorrerlos para seguir logrando el mismo ajuste por más tiempo, alargando la vida de tus prendas favoritas.
Por último: disfruta. Este paso es imprescindible. Es fácil acostumbrarse a lo bueno y por eso un buen fit de bralette resultará en que sea prácticamente imperceptible. Por otro lado, bien sabemos que un mal fit no te dejará pensar en algo más mientras que tengas puesta esa prenda. Si ya encontraste ese fit perfecto, disfrútalo.
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Si algo no te hace sentir bien, te está diciendo algo para que aprendas y hagas algo al respecto. Esa siempre será la lección: cambiar eso y no a una misma. Las posibilidades y retos de ajuste son tan variadas como lo somos las personas, nuestros gustos y necesidades, por lo que aunque espero de todo corazón que esta entrada te sea de utilidad, sé que aún hay mucho por decir y me encantará recibir tu retroalimentación.
¿Tienes alguna duda o comentario? ¡Me encantaría leerlo!
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Un abrazo,
Lau